¿Por qué nuestro amigo enólogo agita la copa cuando cata un vino?
Existe todo un ritual a la hora de catar un vino. En la fase olfativa de la cata se hace una primera olfacción a copa parada y otra en movimiento.
Nuestro olfato a la hora de catar se ve influido
por factores como el tamaño y forma de la copa, lo que acabamos de oler y la temperatura. No se debe olvidar que la primera impresión es muy importante, ya
que nuestro olfato se adapta en un principio a lo que huele, perdiendo
sensibilidad y como consecuencia cuesta más percibir esos aromas.
Cada tipo de molécula de olor tiene diferente
volatilidad, es decir, tienen diferente capacidad para salir del vino y
evaporarse, llegando hasta nuestras fosas nasales. Las moléculas más ligeras o
volátiles salen del vino con mayor facilidad, de ahí que se deba hacer una
primera olfacción a copa parada, evitando la rápida disipación de estas
moléculas. Las moléculas más pesadas necesitan ser ayudadas por el movimiento
que se hace en las copas de vino al agitar el mismo. El vino recorrerá las
paredes de la copa en forma de lámina muy fina arrastrando las moléculas más
pesadas y aumentando la capacidad de evaporación de las mismas. De este modo se
podrán percibir las notas aromáticas que aportan estas moléculas.
Sin este movimiento muchos aromas no serían percibidos
a la hora de degustar un vino en toda su amplitud.
1 Comentarios:
BUEN ARTICULO
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